Un proyecto para la torre

Una nueva sede del Museo de la Ciencia dedicado específicamente al agua.

El nuevo museo tendrá 3.000 m2 en la plata inferior dedicados al agua y la ciencia, con secciones dedicadas a la física, la química, los aspectos biológicos y los paisajes del agua. Dedicado al público más joven y familiar, será un lugar de experimentación y sorpresas que ayudarán a descubrir la presencia del agua en todos los aspectos de la vida.

En la parte superior, se mantendrá el Splash como icono espiritual laico que une a todas las personas del mundo. Se mantendrán las rampas ascendentes y descendentes como funcionaron en la Expo 2008. Cada uno de los rellanos se dedicará a un aspecto relevante: El primero hará referencia al cambio climático y sus amenazas hídricas. El segundo, a la biodiversidad. El tercero, al agua y los paisajes agrarios del mundo. El cuarto, al agua y las ciudades. El quinto, al agua compartida como fundamento para la paz. El sexto, al agua y la energía. Y finalmente, el séptimo al agua como Derecho Humano.

La experiencia se completa con un restaurante en la planta superior y una terraza panorámica acristalada par contemplar con seguridad las mejores vistas de la ciudad de Zaragoza, el Ebro y el Parque del Agua.

Se completa así un eje cultural de primer nivel en sinergia con el proyecto Mobility City que desarrolla Ibercaja y un grupo empresarial en el Pabellón Puente, con el conjunto de Etopía liderado por el Ayuntamiento de Zaragoza, el Caixaforum, el Museo Pablo Serrano impulsado por el Gobierno de Aragón y el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza que desde hace años se ha convertido en un activo cultural de referencia en la ciudad.

Solo las almas limpias e inocentes reconocerán este gran logro de Zaragoza, una ciudad que merece subir a primera, de donde no debió bajar.